Vuelve a circular por las redes, una vez más, en forma de bulo la historia de unos esqueletos de seres fantásticos recientemente descubiertos en un sótano de Londres. El adverbio “recientemente” no les impide esgrimir a continuación, sin sonrojo y como prueba irrefutable de su veracidad, que se exponen desde hace años en el Merrylin Cryptid Museum. El bulo, como vemos, no precisa de una narrativa especialmente coherente o creíble.
Bien. Como creo que la verdad es mucho más bonita que la falacia y no le resta a esta historia un ápice de magnetismo, más bien al contrario, procedo a desenterrar la información de la capa de basura que la cubre y a diseccionarla encima de mi mesa de operaciones portátil.
El Merrylin Cryptid Museum, es un proyecto del artista, ilustrador, escritor y escultor Alex CF. Existió como instalación física de 2006 a 2015. Después pasó a ser The Merrylin Cryptid Collection, una exposición virtual, o sea, una web, que a día de hoy aparece inoperativa. El proyecto en sí, opinión personal, me parece una maravilla y por eso quiero destacarlo en esta entrada.
La trayectoria artística de Alex CF se centra en la mitología mágico-naturalista que podemos ver en las ilustraciones de su web y en sus trabajos publicados, pero en este proyecto fue un paso más allá. Un paso no, varios. No se limitó a ilustrar duendecillos, sino que creó todo un mundo tridimensional, con apuntes en forma de bocetos tomados del natural, encuadernados al estilo victoriano y confeccionó una amplia y variada colección de restos "momificados" de seres mitológicos, (técnicamente serían esculturas). No conforme creó una historia que lo envolviera todo; se inventó un tal Thomas Theodor Merrylin, cryptozoólogo y supuesto creador de la colección al que dotó incluso de una extensa biografía, por supuesto ficticia. En ella, harto de ser ninguneado por el colectivo científico encierra su colección en un sótano donde permanece olvidada hasta 2006, cuando supuestamente sería descubierta al realizar una reforma.
Es en esa fecha, 2006, cuando Alex CF crea la primera instalación en forma de museo donde expone toda esa creación sin escatimar en utillaje, cajitas polvorientas, mapas, estacas contra vampiros etc, etc. Existen también en Youtube alguno de los vídeos con que presentaba la instalación en 2015, una vez cerrado el museo pero simulando comenzar en ese momento, también bastante logrados. Aquí sí, no hay duda de que todo es una gran estrategia de márketing y, a mi entender, bastante lograda.
A día de hoy Alex CF parece estar en otros proyectos aunque sigue existiendo una página de Facebook llamada The Merrylin Cryptid Collection donde advierten que “no existe un museo que visitar porque requiere altos costes y compleja infraestructura”.
Ciertamente, el falso bulo no es ninguna estrategia nueva para crear expectación sobre un trabajo artístico o ficcional, recordemos el Proyecto de la bruja de Blair o, un caso más extremo, Holocausto caníbal que levantó incluso actas judiciales. Mientras que en estos casos la promoción revirtió directamente en público para las obras, en este de los duendecillos, ya en la era de las redes sociales, la historia terminó totalmente disociada del producto corriendo por las redes a su libre albedrío y ocultándolo casi completamente. Por eso aquí quiero rescatarlo. No sé vosotros pero yo, como escritor e ilustrador, me quito el sombrero ante este crack.
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