Una ilustración y un microrrelato tienen mucho en común: los dos cuentan una historia. La historia que me cuenta tu ilustración es la siguiente: "Todo en ella era verde, su piel, su cabello, sus labios... menos sus ojos. Sus ojos eran fuego, por eso tuve que enterrarlos, para ahogar las llamas." SAludos.
El alba llegó cuando ella aún estaba despierta. Aunque el sueño que la invadía hacía que la vigilia adquiriera tintes verdosos, como en esas situaciones descontroladas que te mueven a otro lugar
nadie conoce realmente a una persona; y cuando lo llegan siquiera a vislumbrar, tienen dos caminos: o salir corriendo, o quedarse con ella para siempre.
Una ilustración y un microrrelato tienen mucho en común: los dos cuentan una historia. La historia que me cuenta tu ilustración es la siguiente:
ResponderEliminar"Todo en ella era verde, su piel, su cabello, sus labios... menos sus ojos. Sus ojos eran fuego, por eso tuve que enterrarlos, para ahogar las llamas."
SAludos.
Me maravilla la cantidad de diferentes lecturas que puede generar una imagen descontextuada. Gracias por la tuya, Manuela.
Eliminarcreo que me acabo de inventar un palabrejo. ¿Descontextualizada? es que no es lo mismo :P
EliminarEl alba llegó cuando ella aún estaba despierta. Aunque el sueño que la invadía hacía que la vigilia adquiriera tintes verdosos, como en esas situaciones descontroladas que te mueven a otro lugar
ResponderEliminarJusto en la difusa frontera entre dos mundos, el real y el onírico. ¿Cuál escogerá?. Gracias, Llaura, por la visita y la historia.
Eliminarnadie conoce realmente a una persona; y cuando lo llegan siquiera a vislumbrar, tienen dos caminos: o salir corriendo, o quedarse con ella para siempre.
ResponderEliminarsaludos.
Esa es la idea, en mi visión. Por eso, el que habla, prefiere no saber. Gracias por la visita y el comentario, Draco.
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