En 1964 la familia Munchnik, propietaria de la editorial Fabril Editora en Buenos Aires, compró los derechos de reproducción y traducción al castellano de toda la obra de un autor entonces casi desconocido para el lector hispanohablante pero que había irrumpido en el mundo anglosajón a mediados de los cincuenta y alcanzado bastante popularidad en el género de la “fantasía épica”, hablamos de John Ronald Reul Tolkien.
Esta iniciativa, sin duda pionera y osada, que podía haber lanzado a la editorial a nadar en la abundancia el resto de sus días solo resultó ser parte de su ruina. La desventura comenzó con la torpe edición de El Hobbit tras una más que discutible traducción a cargo de Teresa Sánchez Cuevas con la que el mismo Tolkien mostró su total desacuerdo desde el primer párrafo. La fórmula “Había una vez...” elegida por Teresa para abrir la historia resultaba demasiado infantil. Además las traducciones de las razas y los nombres desvirtuaban el espíritu de toda la saga. Salió al público hispanohablante por primera vez en Argentina, el 30 de noviembre de 1964, con el desafortunado título de El Hobito, con una ilustración de portada enfocada también erróneamente a niños muy pequeños y contradiciendo de nuevo las propias descripciones que aparecen en la narración. Si bien toda la saga estaba concebida por el autor como cuentos o historias para sus hijos, claramente ninguno de los libros de Tolkien es lo que consideraríamos hoy un libro para niños o literatura infantil. El resultado fue un claro ejemplo de cómo un diseño editorial erróneo puede convertir una fantástica obra en un fracaso total de ventas. No hubo ni una sola reimpresión. Aunque en su contraportada se anunciaba la próxima aparición de la trilogía de El Señor De Los Anillos esta no llegó siquiera a ser traducida y la editorial se vio por causa de ello en graves dificultades económicas que desembocarían pronto en su cierre.
Aquí los datos bailan según las fuentes y mientras que en Wikipedia aparece como que los derechos de Fabril Editora sobre la obra de Tolkien vencieron en 1977, en la biografía de Paco Porrúa consta que los compró directamente a la familia Munchnik en 1973. Puesto que los derechos suelen tener una validez de diez años es de suponer que en 1973 aún fueran propiedad de Fabril Editora aunque próximos a vencer, lo que explicaría también la venta apresurada, por lo que aceptaré esa fecha como buena.
Francisco Porrúa Fernández, más conocido en el mundo editorial como Paco Porrúa, gallego de origen, había fundado su editorial Minotauro en Argentina dedicada mayormente a obras de ciencia ficción anglosajona de las que él mismo acostumbraba a ser el traductor bajo los seudónimos de Luis Domènech, Ricardo Gosseyn o Francisco Abelenda. Ya había editado y traducido a Ray Bradbury y conocedor del éxito de Tolkien en el mundo anglosajón se hace con los derechos de traducción de toda su obra por 1500 dólares (chollo) y comienza a traducirla de nuevo. En 1977 se traslada de Buenos Aires a Barcelona con su editorial Minotauro y ese mismo año, junio del 77, sale a la luz la primera edición en castellano de La Comunidad del Anillo. Las dos torres aparecerán en noviembre de 1979 y El retorno del Rey en abril de 1980. Finalmente en 1982, Minotauro editará también The Hobbit, esta vez bajo el título de El Hobbit. Todas con un diseño editorial enfocado al público juvenil y adulto. Sobra decir que el éxito fue total.
En 2001 Paco Porrúa vende su editorial Minotauro al grupo Planeta y en 2005 con Las aventuras de Tom Bombadil y otros poemas de El Libro Rojo, este sello publica el último texto que les quedaba de la obra de JRR Tolkien. Hasta entonces se calcula que Minotauro llevaba vendido desde 1977 cerca de ocho millones de ejemplares de las obras de Tolkien en castellano.
La trilogía de El señor de los anillos es considerada uno de los libros más populares de todo el siglo XX. Aquella edición frustrada de El Hobito que llevó a la ruina a sus editores hoy es objeto de coleccionismo y si sois aficionados a los libros raros o unos frikis de Tolkien podéis haceros con un ejemplar como este da la foto por unos 1.300 dólares americanos más o menos. Daos prisa que no deben quedar muchos
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