Clic


 No eres más que una desconocida en una cafetería cualquiera, sentada ante un café ya frío, así que me importa un comino.

Me importa un comino quién seas, me importa un comino qué miras. Sospecho que solo buscas un punto donde posar la mirada, ahí fuera, al otro lado del cristal, allá en el mundo.

Me importa un comino también, esto especialmente porque ni me incumbe ni me afecta, en qué pudieras estar pensando. Me da igual.

Lo que de verdad importa, lo verdaderamente valioso y la verdadera causa de mi emoción, es poder presenciar ese preciso instante en que lo piensas. Clic. Ahí va una idea.



Comentarios

Más blogs aquí