Mi experiencia con los grupos de Facebook (conclusión)

En las otras dos entradas que componen este lacrimógeno culebrón insistía en que los grupos de escritores de facebook no sirven ni para promocionar libros ni para promocionar autores. En la primera parte hablaba del factor humano, nuestro comportamiento en ellos. En la segunda trataba el comportamiento de nuestro amigo el algoritmo y cómo, combinado con el factor humano, hacían de los grupos una completa pérdida de tiempo si no un trabajo perjudicial para nuestros intereses. Al final de esa segunda entrada prometía analizar otros grupos de facebook que sí funcionan y eso es lo que voy a hacer aquí muy someramente, porque la clave es muy sencilla. Los grupos de facebook que funcionan son los que se basan en intereses recíprocos. Ojo, que no digo comunes. En los grupos de escritores nuestro interés es común, de hecho es exactamente el mismo, promocionar nuestros trabajos, pero no es recíproco, no tenemos ningún interés en promocionar el de otros.

Reciprocidad

En Grupos como, por ejemplo, “Un dibujo diario”, el interés sí es recíproco. Los usuarios suben sus dibujos pero también quieren ver los dibujos de otros. Ahí se produce la interacción. En el foro de la BD (banda diseñada) los miembros comparten los cómics que compran, las reseñas que hacen, las novedades que salen... y todos están deseando que otros publiquen contenido que comentar. De nuevo la interacción funciona.

Había otra palabra clave que menciono en la primera parte de este lacrimógeno... la palabra era “colectivo” que no es lo mismo que un “grupo” El grupo, en el caso de los escritores en facebook es una congregación sin un objetivo conjunto. El colectivo trabaja conjuntamente por un objetivo común.

Colectividad

¿Cuál es nuestro objetivo? Este es otro punto crucial en el que he tratado de insistir, sin éxito alguno, cuando administraba el grupo de Malditas Ediciones que ya no existe. Personalmente pienso que nuestro objetivo no es promocionar nuestros libros, de nada sirve que mi libro esté en los estantes de las librerías si nadie me conoce, salvo en mi casa a la hora de comer. Creo, como digo en alguna parte de este lacrimógeno... que nuestro objetivo es darnos a conocer como autores y la mejor manera de hacer eso es mostrar lo que hacemos, en nuestro caso escribir. Y aquí es donde entra en escena EL BLOG.

El blog es nuestro territoro, nuestro cuartel general. Tiene nuestra personalidad, podemos poner en él cualquier tipo de contenido, sin ridículas c3nsuras (sarcasmo). Es lo más parecido a nosotros que podemos colocar en la red, lo hemos diseñado a nuestro gusto, están presentes nuestros trabajos, exponemos nuestro punto de vista y podemos ampliar la información con enlaces a artículos, a fotos... es, comparado con cualquier red social, una herramienta infinitamente mejor. Y es, sobre todo, donde el lector va a saber de verdad si le gustaría leer uno de nuestros libros. 

Personalidad

Por otro lado, el blog, tiene esa reciprocidad. Por lo general a los autores de blogs nos gusta leer o mirar blogs. Muchos enlazamos a otros blogs desde nuestro blog, o tenemos una lista de blogs al alcance del visitante. Ahí se forma una red de conexiones que no son competencia sino colectividad. Ya tenemos dos puntos claves; reciprocidad y colectividad. Nos queda solo bregar con el algoritmo.

Porque claro, en un momento dado fuimos desatendiendo nuestros blogs, cuando no abandonándolos, en favor de las redes sociales. Nosotros mismos expulsamos a nuestros lectores hacia las redes, migramos nuestro cuartel general a facebook o a instagram o a twitter o... y ahora las redes no dan visibilidad a los blogs. Nuestro amigo el algoritmo no quiere que abandonemos la red y por eso muestra menos nuestros enlaces a nuestro blog. Por eso cada vez leemos menos blogs y ya ni siquiera intentamos enlazarlos porque todo parece cocerse dentro de las redes, y tenemos que recurrir a un breve texto y una imagen impactante para no ser ignorados (eso lo trato en otras entradas, y seguiré tratándolo porque también es crucial)

El caso es que para bregar con el algoritmo he creado otro grupo. Sí, mi ingenuidad no tiene límites. Un grupo donde solo se compartan Blogs. Donde no se necesite un trabajo extra porque ya lo tenemos hecho, donde se puedan ver las actualizaciones de blogs que seguimos y también las de los que no seguimos. Donde el producto que se consume no sea el que el algoritmo dicta y, donde además, se consuma fuera de facebook. El grupo de blogs representa un agujero donde el flujo es inverso al que pretende el algoritmo. Es un grupo de enlaces exteriores que nos conducen fuera de facebook, directamente a la página del autor, sea escritor, pintor, fotógrafo o músico. Es el flujo de vuelta que las redes tratan por todos los medios de impedir o dificultar.

Sí, la conclusión, al menos mi conclusión puesto que este lacrimógeno culebrón es simplemente mi reflexión particular, la conclusión, digo, ha resultado en otro grupo de facebook al que podéis uniros si concordáis, al menos en parte, con lo que he expuesto. Algunos ya lo hemos hecho y como la palabra clave es colectivo, a partir de ahora usaremos el plural.


Estamos aquí, y si tienes un blog deberías unirte; https://www.facebook.com/groups/bloggnet

Y si eres lector de blogs, por supuesto, también ;)

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